La carne es un elemento fundamental de muchas dietas. Es sabrosa, saciante y contiene una gran fuente de proteínas.
Sin embargo, las diferentes formas de cocinarla pueden afectar a su calidad y hacerla perder ciertos nutrientes. En este post te presentamos las mejores formas de cocinar la carne de vacuno para que conserve en la medida de lo posible sus propiedades y sea lo más saludable posible. ¡Querrás probarlas todas!
A la plancha, la forma de cocinar carne más rápida y sencilla

Cocinar carne a la plancha es una de las técnicas culinarias que nos permite disfrutar de platos poco calóricos sin tener que renunciar al sabor, y además de forma rápida y sencilla. Como apenas se utiliza aceite, la carne de vacuno conserva casi intactas sus propiedades organolépticas.
Se recomienda además, no pinchar el trozo de carne durante el cocinado para evitar que suelte sus propios jugos y añadir la sal al final, para conseguir ese aspecto y acabado jugoso de la carne al punto. ¡Conseguirás un acabado propio de restaurante!
Asada, de forma lenta a la brasa

El secreto de asar carne a la parrilla es cocinarla lentamente. Esto se logra alejando la carne de las brasas e incrementando el tiempo de cocción. Con el grosor perfecto de la carne y los minutos exactos, conseguirás una textura crujiente en el exterior que conserve mejor los nutrientes de la pieza. Además, mantendrás la humedad y jugosidad por dentro, consiguiendo un exquisito sabor.
Los guisos, la forma más tradicional

Guisar es una de las formas más respetuosas que existen al preparar la carne y mantener sus componentes. Su preparación a fuego lento y su temperatura constante hacen que las propiedades del alimento no cambien.
Gracias a este tipo de cocción evitamos el exceso de aceites y aumentamos el sabor de los platos, ya que la carne se cocina en su propio jugo. El único sabor añadido que necesitan los guisos es el de ciertas verduras y hierbas aromáticas. Además, ¿quién puede resistirse en invierno a buen guisito?
Al horno, para potenciar el sabor

Cuando cocinamos al horno se crea una fina corteza alrededor de la pieza de carne que ayuda a que los minerales y vitaminas de dicho alimento no se escapen, ayudando así a la conservación de los nutrientes.
Como ya sabemos, para cualquier tipo de cocinado se necesita paciencia, por lo que para cocinar carne al horno lo ideal es mantener una temperatura de 120ºC durante 2 horas y media.
Una guarnición de verduras o una salsa saludable es suficiente para poder disfrutar de esta carne asada al horno.
A baja temperatura, la técnica de los grandes chefs

A pesar de requerir muchas horas, esta forma de cocinar carne es la apuesta más segura para conquistar a todos tus comensales, siendo una forma de cocinado propia de grandes chefs y restaurantes.
La carne expuesta a bajas temperaturas durante un largo periodo de tiempo transforma algunas de sus propiedades, consiguiendo así texturas y sabores muy agradables. Hasta los tendones y cartílagos quedarán tiernos.
El mejor sistema es envasar la carne cruda al vacío y después meterla en un baño de agua que transmite de forma uniforme el calor, para que se cocine lentamente a la temperatura programada.
Sin embargo, uno de los pasos primordiales para triunfar en el cocinado siempre será la calidad de los ingredientes. No olvides que la Carne de la sierra de Guadarrama cuenta con las mejores propiedades y calidades.
Como ves, existen muchas formas de cocinar la carne y mantener sus propiedades. ¿Cómo prepararás la comida de hoy? Cuéntanoslo por redes sociales y no olvides seguir nuestro blog. ¡Hasta pronto!